Egeonte y Emilia tuvieron gemelos el mismo día que un matrimonio pobre tuvo los suyos. Egeonte tomó a éstos últimos gemelos para que cada hijo suyo tuviera su propio criado. En un desafortunado viaje un naufragio los separa, Egeonte con uno de sus hijos y uno de los niños-criado por un lado, Emilia por otro y el resto de la familia terminará en Éfeso.
Así perdieron el contacto durante varios años hasta el día en que Antífolo y Dromio de Siracusa llegan a Éfeso para ir en busca de su hermano Antifolo y de su madre Emilia; y comienzan a ser confundidos con Antífolo y Dromio de Éfeso tanto por la población de la ciudad como por su mujer y cuñada e incluso entre ellos mismos cuando coinciden un Antífolo de una ciudad con un Dromio de la otra.
Así transcurre toda la obra, entre inverosímiles y extrañas situaciones.
En esta pieza, también llamada en castellano La comedia de los errores, nos encontramos con un Shakespeare burlesco, que nos ofrece lo que hoy denominaríamos un vodevil o comedia de enredo.
Se trata de la obra de teatro más corta de Shakespeare. Sitúa la acción en la antigüedad clásica, con Siracusa (en la isla de Sicilia, Italia) y Éfeso (cerca de la actual Esmirna, Turquía) como ciudades enfrentadas, nombrando también a Epidamno (actual Durres, Albania). Todo ello se debe a que para el argumento bebe de una comedia de Plauto, Los Menecmos. Plauto era un escritor de comedias romano, que adaptaba antiguas obras griegas, en este caso Los iguales, de Posidipo de Pella.
Las referencias a lugares del pasado remoto acaban ahí. El resto es un relato situado en un entorno muy familiar: hay un alguacil, una abadesa; el máximo responsable de cada ciudad-estado es un duque. El escenario de la trama es la ciudad de Éfeso, que bien podría ser también cualquier villa británica contemporánea a Shakespeare.