El paraíso perdido (Paradise Lost) es un poema narrativo de John Milton (1608-1674), publicado en 1667. Se lo considera un clásico de la literatura inglesa y ha dado origen a un tópico literario muy difundido en la literatura universal.
Sobrepasa los 10.000 versos escritos sin rima.El poema es una epopeya acerca del tema bíblico de la caída de Adán y Eva. Trata, fundamentalmente, del problema del mal y el sufrimiento en el sentido de responder a la pregunta de por qué un Dios bueno y todopoderoso decide permitirlos cuando le sería fácil evitarlos.
Milton responde a través de una descripción psicológica de los principales protagonistas del poema: el diablo, Dios, Adán y Eva, cuyas actitudes acaban por revelar el mensaje esperanzador que se esconde tras la pérdida del paraíso original. En el poema, el cielo y el infierno representan estados de ánimo antes que espacios físicos.
Todo en John Milton parece predispuesto a la epopeya: él mismo fue un verdadero titán, un revolucionario que arremetió contra las instituciones de su tiempo sin decaimiento ni moderación. Eximio latinista, defendió la causa puritana contra anglicanos y católicos, y publicó la Aeropagitica (1644), insuperado discurso en favor de la libertad de imprenta. Contrario al despotismo de los Estuardo, durante la guerra civil apoyó la decapitación de Carlos I (1649) y fue "secretario de lenguas" de Cromwell; mientras ejercía esa función perdió definitivamente la vista, hacia 1652. La monarquía volvió al poder, pero Milton no rebajó la proclama de su encendido ideal republicano.
Se ha dicho que si la Comedia de Dante representa la catedral católica y gótica de la poesía europea, el poema de Milton equivale al gran templo barroco del calvinismo. En todo caso no es la menor de las muchas curiosidades de este monumento el hecho de que Milton haya escrito una obra épica de inspiración religiosa para defender la que fue su principal convicción: el poder del libre albedrío, la capacidad moral como el primer atributo humano.
Extraído de Escuela de Letras, por Edgardo Dobry
Ofrecemos aquí la versión en prosa de Dionisio Sanjuán (Barcelona, Casa Editorial de la Ilustración, 1868.).