William Shakespeare – LAS ALEGRES COMADRES DE WINDSOR

También traducida como “Las alegres casadas de Windsor”. Reaparece como protagonista Sir John Falstaff, elemento cómico (y sabio) en Enrique IV.
Según una tradición, la obra fue escrita en quince días a petición de la reina Isabel, que deseaba ver en escena a Falstaff enamorado. Con todo, parece no tratarse de una mera improvisación, por haber utilizado Shakespeare una comedia ya existente en el repertorio de su compañía. Se trata de La Comedia del celoso, representada en 1593 y basada en una narración italiana (la segunda del primer libro del Il Pecorone), donde el motivo del enamorado escondido en un mueble, común en la novelística italiana, toma la forma del hombre "escondido bajo una montaña de ropa sucia".
En varios de sus personajes se han querido ver caricaturas de personas realmente existentes. Así, los retratos del juez Shallow y su estúpido sobrino Abraham Slender podrían tener por modelo a Sir Thomas Luey de Charlecote, junto a Stratford, quien, según se cree, habría perseguido a Shakespeare cuando éste era joven por haber cazado furtivamente en sus tierras, hecho cuya veracidad es dudosa.

La comedia consiste en el enlace de dos motivos: el de Falstaff que corteja a dos ricas burguesas de Windsor que se burlan de él, y el de Anne Page, a quien sus padres quieren casar. Falstaff, hallándose falto de dinero, decide cortejar a las mujeres de Ford y de Page, burguesas de Windsor, ya que ellas gobiernan el caudal de sus maridos,…

Esta obra de teatro fue escrita más para ser representada como disfrute del pueblo llano y burgués, que orientada a un público aristocrático mucho más serio. Por este motivo, en esta historia se hará hincapié sobre la victoria de la virtud frente a la falta de honradez, o en el triunfo de lo casto frente a lo lujurioso. Bromas, mascaradas, subterfugios y venganzas darán consistencia a una trama alegre y divertida.
“¡Un hombre minado por la edad, próximo a entrar en descomposición, y ocurrírsele hacer de joven calavera!”
Falstaff, personaje central de esta obra, se caracteriza por sus intrigas constantes en busca de dinero a través de la conquista de un matrimonio de interés. Gordo, lujurioso, descarado y mentiroso, es el típico “carroza” siempre dispuesto al escarceo sexual, que no respeta compromiso alguno ni en absoluto pone en práctica el mágico arte de la seducción. Para Falstaff, la mujer casada es promiscua e infiel por naturaleza y siempre se encuentra a la espera de que se le presente oportunidad alguna para poder disfrutar de la vida. Pero precisamente, será un grupo de mujeres casadas las que le den una lección que no olvidará en su vida. Falstaff sentirá en sus carnes la furia de la venganza femenina al haberse atrevido a poner en duda la fidelidad conyugal. Falstaff las tacha de corruptas con su arrogante comportamiento, y una de las respuestas que recibirá a tales actos, será comprobar como su bolsillo, que tan cómodamente esperaba llenar de dinero, queda más vacío aun de lo que se podía imaginar. Otros actos que Falstaff también padecerá a lo largo de obra será su apaleamiento en una gran canasta de la ropa, es arrojado a las frías aguas del río Támesis, será pinchado, quemado,... en una serie de actos violentos fuertemente cargados de comicidad.

Pero no todo en la obra se resume a Falstaff. Los personajes de “Las alegres comadres de Windsor” son variados y divertidos. Slender es cómico, vanidoso y lamentable. Fenton siempre tiene sus bolsillos sin un penique. Ana Page tiene que moverse con agilidad entre sus tres pretendientes, Slender, Cayo y Fenton,... Todos estos personajes dan vida y alma a la historia, unidos a una trama ingeniosa llena de chispa y efervescencia constante. También en la obra se hace mención de la figura mítica de Acteón. William Shakespeare se basa en el paralelismo establecido en su época entre este personaje mitológico y la figura del cornudo, para dar consistencia a la vida de un cornudo ladrón y cazador que finalmente acaba siendo cazado. En la mitología, Acteón es un cazador que inmerso en una de sus batidas, tuvo oportunidad de ver a la casta diosa Diana bañándose en una fuente. Ésta, viendo como su intimidad era violada, convirtió a Acteón en un ciervo, acto que acabó posteriormente con su vida al ser matado por sus propios perros de caza al ser confundido con una presa. Pero en “Las alegres comadres de Windsor”, el nexo de unión entre Falstaff y Acteón se establece a través de la moral, quedando el protagonista en un completo fuera de juego por culpa de sus inmorales actos. “¡Oh, poderoso amor que a veces haces de una bestia un hombre, y otras asimismo de un hombre una bestia!” “Las alegres comadres de Windsor”, una divertida comedia de lectura ágil y con la risa más que asegurada.