Comedia que recoge el tema tradicional de la sumisión de la mujer a la voluntad masculina, con la variante del carácter fuertemente arisco de ella. El título ha sido traducido al castellano también como “La doma de la bravía” y “La doma de la fiera”.
Las fuentes literarias pueden ser numerosas, puesto que se trata de un argumento repetido en diversas tradiciones, como en De lo que contesció a un mancebo que casó con una mujer muy fuerte et muy brava, ensiemplo 35 de El conde Lucanor, de Don Juan Manuel (escritor toledano del siglo XIV). En este relato, el recién casado se hace valer despedazando animales ante su esposa y la moraleja advierte que hay que mostrarse como uno es desde el principio.
Así, ‘La fierecilla domada’ es una hilarante comedia que nos presenta a dos hermanas, Catalina y Blanca. La primera, la mayor, tiene un humor terrible que ahuyenta a cuantos hombres se le acercan. La segunda, por el contrario, es dulce y tiene numerosos pretendientes. Además, su padre, Bautista, es rico, lo que hace aumentar el interés de aquéllos.
El problema se plantea porque, según la costumbre, Bautista se niega a que Blanca se case hasta que no lo haga su hermana mayor, quién, dado su fiero carácter, es difícil que se despose. La esperanza cunde entre los pretendientes de Blanca cuando llega a la ciudad Petrucchio, un joven calavera que busca esposa rica y está dispuesto a cortejar a Catalina. A través de una serie de enredos y diálogos cómicos, la situación se resolverá felizmente.
En suma, se trata de una obra menor de Shakespeare, no comparable a sus grandes tragedias, pero que hará pasar un buen rato divertido a quién se acerque a leerla, tanto por la comicidad de las situaciones como por lo ingenioso de sus diálogos.