Álvaro Alcalá Galiano y Osma - ESPAÑA ANTE EL CONFLICTO EUROPEO 1914-1915

El estudio de Alvaro Alcalá Galiano, sobre las causas verosímiles j probables de la guerra europea, no es, solamente, la revelación de un entendimiento fornido y de un caudal de lectura que pocos hombres han acumulado a la temprana edad del joven y brillante escritor; es también un noble gesto de asco, imposible de reprimir, para un espíritu generoso, ante el presento espectáculo de barbarie que están dando las naciones.

Manuel Bueno, en el Heraldo de Madrid.
 
El autor, D. Alvaro Alcalá Galiano, lleva un apellido que ilustró el siglo pasado, en la vida política de su patria. Ya nos era muy ventajosamente conocido como novelista, así como por un estudio sobre la novela moderna en España y por sus libros Impresiones de Arte y Del Ideal y de la Vida. Esta vez ha condensado, en menos de cien páginas, el alegato mejor concebido para ganar la causa de los aliados, ante aquellos compatriotas suyos en quienes puedan subsistir aún irreflexivos convencionalismos.

Paul Hervieu, de la Academia Francesa. (Prefacio de la traducción francesa.)
 
Hay germanofilos en España, incluso entre los liberales, los republicanos y los socialistas; y francófilos incluso entre los miembros del clero y de la nobleza. Pongo como ejemplo La Verdad sobre la Guerra, una obra de forma concisa y pura cuyo joven autor, lleno de talento, M. Alvaro Alcalá Galiano, hijo del antiguo Embajador de España en Londres, pertenece a la aristocracia católica. Los hechos, expuestos con franqueza y vigor, las ideas grandes y elevadas de derecho, de justicia y de humanidad, atraerán a cuantos haya ofuscado el bluff colosal de Germania.

Maurice Barres, de la Academia Francesa, en L'Echo de Paris.
 
En su obra de polémica y de propaganda, La Verdad sobre la Guerra, el Sr. Alvaro Alcalá Galiano ha reunido, con el propósito de combatir al partido «germanófilo» español, los principales argumentos que demuestran, con toda evidencia, la responsabilidad de Alemania en la guerra europea, sus apetitos ilimitados, su deformación moral, su culto exclusivo de la fuerza.
 
Marcell Rouff, en el Mercure de France.
  

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