La Revolución de 1868 obligó a la Familia Real a marchar al exilio. La salida a Europa del joven príncipe supuso una experiencia inestimable, al encontrarse así con otros sistemas políticos como el francés, el austríaco o el británico. De hecho, el Príncipe Alfonso fue el primer príncipe de Asturias que se formó en centros educativos y militares extranjeros.
Su primer centro exterior fue el colegio Stanislas, en París. El 29 de septiembre de 1869, la familia se trasladó transitoriamente a Ginebra, donde además de recibir clases particulares, el Príncipe Alfonso acudió a la Academia Pública de la ciudad cantonal. Como continuación de su educación se eligió la Real e Imperial Academia Teresiana de Viena. Por último asitió a la Academia militar de Sandhurst, en Inglaterra. En este país el futuro rey conoció de primera mano el constitucionalismo inglés.
Implantada, merced a la acción de Cánovas, la Restauración en España tras la experiencia revolucionaria (monarquía saboyana y experimental Primera República), quiso el gobierno de turno, presidido por Sagasta, abrirse a Europa (cosa que Cánovas, poco amante de inmiscuirse en la política internacional, no veía a cuento) con un viaje de cortesía del rey Don Alfonso por aquellos paises que lo habían acogido durante su etapa en el exilio.
Así, Alfonso XII realizó, en 1883, una visita oficial a Bélgica, Austria, Alemania y Francia. Y lo que se antojaba como un viaje de apertura y cortesía, acabó casi en un conflicto internacional con Francia, pues Don Alfonso en Alemania aceptó el nombramiento como coronel honorario de un regimiento de la guarnición de Alsacia, territorio conquistado por los alemanes y cuya soberanía reclamaba Francia. Este hecho dio lugar a un recibimiento hostil al monarca español por parte del pueblo de París durante su visita oficial a Francia.
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