El viaje que emprendió Alfonso XII junto a la familia real por Andalucía sirve al autor no para componer una crónica al uso sino de pretexto para describir los monumentos, fiestas y costumbres de algunas ciudades de la región como Granada, Cádiz, Sevilla o Almería y plasmar sus experiencias a través de historias pintorescas, exponiendo sus propias sensaciones y opiniones de forma divertida y perspicaz. La obra, importante documento histórico con el que conocer las actividades que el entonces monarca protagonizó junto a su familia, retrata, de esta forma, la Andalucía costumbrista y romántica de finales del XIX.
Extraído de Extramuros
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