Impolítico seria fiar á manos mercenarias ó extranjeras el cuadro mas grandioso de nuestra historia, injusto ver con indiferencia adulterados los mas bellos rasgos de nuestro patriotismo: indecoroso e ingrato el no erigir un monumento indestructible á la memoria de los que se inmolaron por sus conciudadanos, ahora cuando todavía la amistad cultiva los laureles que plantó la patria en la tumba del héroe, ahora cuando todavía palpitan de horror y de venganza los pechos españoles al eco del dos de mayo, ahora cuando todavía humean los escombros numantinos de Zaragoza y de Gerona, ahora es cuando debe apoyarse la verdad con testimonios irrefragables, que la eternicen y la transmitan sin mancha á la mas remota posteridad...