La presente obra no es, en realidad, un relato de viaje. Se trata, como reproduce el autor en su prólogo, un compendio de descripciones con fines pedagógicos, especialmente dirigido al público infantil y juvenil de la época.
No hay quien ignore lo difícil que es el acierto al tratar de escribir para los niños, pues hay que evitar el doble escollo de o hacerse inteligible o caer en la vulgaridad y la deficiencia.
Las dificultades á que acabo de referirme no fueron óbice, sin embargo, á que llevado de mi afición á los estudios geográficos y á mi entusiasmo por los progresos intelectuales de las generaciones que deben sucedemos, aceptara con el mayor placer la invitación del editor D. Antonio J. Bastinos, á escribir para la niñez una serie de Viajes por Europa, en el cual se contuvieran bajo amena forma las nociones principales respecto á la geografía física, política, histórica y económica de cada una de las naciones de esta parte del mundo.
Emprendí mi trabajo con verdadero amor, procurando realizar en la medida de mi capacidad el plan del Sr. Bastinos. No sé si, á vivir mi insigne amigo D. José de Castro y Serrano, que tanto recomendaba la amenidad en todo género de producciones literarias, encontraría suficientemente satisfecha dicha condición, á pesar de mis buenos propósitos; en cambio, puedo responder del cuidado que he puesto en la exactitud de los datos y noticias que se dan en cada uno de los Viajes, y de mis vivos deseos de convertir en interesantes las áridas nomenclaturas de otros tiempos, siguiendo en esto el espíritu de renovación que de pocos años á esta parte se ha iniciado en la Geografía.
En fin, al pío lector toca juzgar, no quedándome sino rogarle que disculpe mi insuficiencia, si así le parece, en atención al patriótico deseo que me ha guiado, pues por muy patriótico juzgo todo cuanto pueda contribuir á la propagación de uno de los estudios más indispensables de nuestros tiempos.
Alfredo Opisso, 1896.