Luis Coloma – JUAN MISERIA (Cuadro de costumbres populares)

Juan Miseria, obra de juventud, se publica por vez primera en Jerez el año de 1873. La novela, al igual que parte de sus obras de juventud (Solaces, Caín,…) se ambienta en su ciudad natal, concretamente entre los años de 1868 y 1869, por lo que se recogen dos momentos fundamentales de la historia local: el triunfo en Jerez de la Revolución de Septiembre de 1868 y el famoso Motín contra las Quintas de 1869.
Juan Miseria se inicia en una pobre casa de vecinos del barrio jerezano de San Miguel. La joven Mariana malvive a la sombra de un padre despótico, holgazán, borracho y pendenciero. Mariana está enamorada de Juan, al que apodan Miseria, un joven que sólo cuenta con sus manos para salir adelante. Lopijillo, el malo de la novela, pretende seducir a Mariana.
Coloma se regodea en dotar a Lopijillo de todos los rasgos negativos posibles. Cobarde y mentiroso, Lopijillo es, según Coloma, un 'politiquillo de barrio' que tras la Revolución de 1868 se pavonea como 'vicepresidente de uno de los clubs republicanos de Jerez'. Lopijillo representa la caricatura perfecta del panfletismo liberal. Coloma lo describe como una persona que sin cultura se autoerige en minicaudillo de la revolución liberal. Lopijillo engaña, promete y no cumple.
Juan Miseria es un melodrama novelesco. La oposición entre buenos y malos es maniquea. Coloma tiene una concepción moralizante y muy simplista de la novela. La virtud triunfa sobre el pecado', indica. Sin embargo, esta obra tampoco evita retratar la miseria en la que vivía mucha gente. 'La novela refleja la gran miseria del pueblo. No hay alimentación ninguna, no hay sanidad. Coloma lo ve y lo pone en la novela para que los poderes públicos tomen medidas. Las casas de vecinos de Jerez estaban llenas de miseria. Es un auténtico documento de época', concluye Cantero. (Extraído de EL PAÍS, 19/6/2011, entrevista a Víctor Cantero y José López Romero con motivo de la publicación de la primera versión de Juan Miseria)

«Por el talante conservador del propio Coloma —explica el profesor José López Romero en Política y sociedad, crítica e ideología en tres novelistas jerezanos del siglo XIX: Luis Coloma, Juan Gallardo y Manuel Bellido—, acentuado por la influencia de Fernán Caballero, y por la ya incipiente en aquellos años vocación religiosa, no es extraño que encontremos en esas obras juveniles una clara y contundente condena de la Revolución y sus planteamientos. Una de las medidas más criticadas por Coloma en sus textos es la expropiación o incautación de los conventos e iglesias jerezanos que tomó la Junta revolucionaria a finales de septiembre. En Juan Miseria Coloma achaca esta decisión a las influencias que sobre la Junta tiene Lopijillo, ejemplo para el autor de infame revolucionario y antihéroe del relato».

«El Padre Coloma, o mejor Luis Coloma —apunta Pardo Bazán—, comenzó por fernanista como sabemos. En una novelita o narración, reproducida después con variantes, bajo el título de Juan Miseria, en más de un pasaje colaboraron la maestra y el discípulo».

«Escribía yo a la sazón la novelilla Juan Miseria —recuerda Coloma en sus Recuerdos de Fernán Caballero—, que se publicó por primera vez en El Tiempo de Madrid, propiedad entonces del Conde de Toreno.
Discutíamos mucho Cecilia y yo el final que había de darse a aquel librejo, ella, con el cariñoso interés que por todas mis cosas se tomaba; yo, con la petulancia juvenil, por no decir infantil del todo, de un literatuelo que no había cumplido los veinte años; y, para solucionar la contienda, quedé una mañana en ir a leerle el manuscrito».