Estos tres tomos abrigan lo más granado de la producción literaria del Padre Coloma en su faceta de crítico relator y cuentista moral.
«Para Coloma el arte, en general, y la literatura, en particular —apunta Mª de los Ángeles Ayala en Luis Coloma y la Literatura fantástica—, deben estar al servicio de la moral católica. El relato corto despertará un gran interés desde el inicio mismo de su actividad literaria por ser el género que mejor se adecua a esa intencionalidad didáctica que persigue, y por su fácil difusión en periódicos o revistas de la Orden —El Mensajero del Corazón de Jesús—. Coloma parte de unas lecturas previas, como serían los relatos de su admirada Fernán Caballero, de Trueba, leyendas populares, vidas de santos y los relatos fantásticos de Hoffmann, autor mencionado en numerosas ocasiones por el escritor. Redacta relatos de contenido temático diverso, desde los político-sociales –Medio Juan y Juan y Medio y Caín-, a satíricos y costumbristas, como Por un piojo, Era un santo y La Gorriona, alabado especialmente, este último, por su valor estético por Emilia Pardo Bazán.
En las Lecturas Recreativas se hermanan —en expresión de Enrique Rubio Cremades— cuadros de costumbres, cuentos y relatos breves en un corpus donde se armonizan diversos contenidos temáticos, pudiéndose establecer distintos grupos, desde los cuentos infantiles y maravillosos, hasta político-sociales, legendarios y rurales. No faltan tampoco las estampas o escenas costumbristas dotadas de una mínima peripecia argumental que las aproxima al relato breve o cuento.
Colección de lecturas recreativas (1884-1885-1886):
El primer baile – Ranoque - Polvos y lodos - ¡Paz a los muertos! – Caín - La maledicencia - La primera Misa - Hombres de antaño - La resignación perfecta - El Viernes de Dolores - La intercesión de un Santo – Pilatillo - Medio Juan y Juan y Medio – Miguel - ¡¡Chist!!... - La Pascua Florida y el Cuarto ayunar - La almohadita del Niño Jesús - La batalla de los Cueros - Un milagro - La Gorriona
«En Lecturas recreativas –escribe Pardo Bazán en su Biografía y estudio crítico del P. Luis Coloma—, sobre el fondo de las veinte novelitas que forman la colección, se destacan, como revelación de las aptitudes demostradas más adelante en Pequeñeces, La Gorriona, Polvos y lodos, La almohadita del Niño Jesús, ¡Chist!. La Gorriona indudablemente se lleva la palma. Es una fábula de tal energía e intención, que el que la leyese despacio no se habrá asombrado de ninguna osadía de Pequeñeces».
Mª de los Ángeles Ayala en Luis Coloma y la Literatura fantástica escribe: « La modalidad que parece interesar en mayor medida a Coloma es la fantástica, pues le permite introducir el elemento sobrenatural y evidenciar, de esta manera, la acción divina sobre la salvación eterna de los hombres. En numerosos relatos se puede observar este rasgo de carácter fantástico, tal como sucede, entre otros, en Miguel, Las dos madres, La almohadita del Niño Jesús, Paz a los muertos, ¡Chist!, El primer baile, Mal Alma, Las tres perlas, Un milagro, ¿Qué sería?, sin que ello implique que cumplan estrictamente los requisitos subrayados por los críticos (…).No obstante, en el corpus cuentístico de Coloma encontramos varios relatos que presentan ese marcado carácter fantástico que se manifiesta al poner el escritor dos realidades inconciliables: el mundo de la razón y el mundo de los fenómenos sobrenaturales o imposibles de explicación racional. Coloma crea en ellos un universo realista que en un momento dado se altera con la presencia de un factor extraordinario que rompe ese mundo normal y cotidiano. A esta modalidad responden, principalmente, El salón azul, ¿Qué sería?, La cuesta del cochino, El primer baile y Mal Alma, relatos que no dudamos en calificar de fantásticos, ya que Coloma utiliza todos los recursos a su alcance para que el lector experimente y acepte la posibilidad de lo inexplicable».
Historias Varias:
Hombres de antaño – Las borlitas de Mina – El salón azul – Historia de las Sagradas reliquias de San Francisco de Borja – Fablas de dueñas – Paz a los muertos – La batalla de los cueros – Un milagro - ¿Qué sería? – La intercesión de un santo – El cazador de venados – Las tres perlas – La Virgen de la Palma
Curiosamente, y por paradójico que pueda parecer a tenor del elemento fantástico que salpica muchas de sus narraciones cortas, Coloma pretende destacar como un relator historicista de la realidad. En su prólogo a las Lecturas así lo justifica: «Relaciones, novelescas ciertamente en su forma, pero basadas todas en hechos históricos, que las hacen diferir esencialmente de la novela, cuyo argumento es siempre parto de la fantasía». Una pretensión que encuentra fecundo campo en toda la serie de estudios históricos que jalonan su final recorrido literario (Jeromín, La reina Mártir, Fray Francisco,…).
«Claro que no se trata de un investigador exacto y escrupuloso de hechos comprobables —escribe Constancio Eguía Ruiz en El P. Luis Coloma y su vocación literaria (Razón y Fe, 1915)— ni de darse la mano con los áridos y escuetos expositores de escuela germánica. Coloma era ante todo literato, y la ciencia profunda y minuciosa suele, por desgracia, darse de puñadas con la elegancia y hermosura en el decir; que son pocos los narradores geniales a estilo de Mommsen...
Pero, esto aparte, Coloma, que no carecía, sin embargo, de cierto espíritu científico y de intención didáctica, no quiso nunca sacrificar a la vana retórica, según era uso corriente de los cronistas clásicos, la necesaria escrupulosidad en admitir o rechazar los hechos históricos.
Puede servir de brillante muestra la titulada Batalla de los cueros, hazaña caballeresca y patriótica, que publicada primero en un periódico llamado El Porvenir, (…).
Agréguese aquí la relación similar Hombres de antaño, que evoca las efemérides y anales de nuestros tercios y participa del encanto propio de las páginas hagiográficas. Notable es también el relato monográfico que lleva por lema La intercesión de un santo, páginas eminentemente dramáticas de la historia patria, y que, una vez leídas, graban a fuego en el alma los últimos momentos de la infortunada reina doña Juana. Asimismo en el volumen de Nuevas lecturas hay dos preciosos relatos, Fablas de dueñas y Las borlitas de Mina, que, cada uno de por sí, son un primor de detalle y de acertado escrutinio.
Hasta su Historia de las Sagradas Reliquias de San Francisco de Borja exige un trabajo asiduo de ojear mamotretos y desojar la vista, por más que le diesen fuentes copiosas algunos de los muchos próceres que se precian de tan santa descendencia».
Nuevas Lecturas:
Cartas claras – Ratón Pérez - Las borlitas de Mina - Fablas de dueñas - La Virgen de la Palma - El salón azul – La cuesta del Cochino