Juan Escoiquiz – IDEA SENCILLA DE LAS RAZONES QUE MOTIVARON EL VIAJE DEL REY DON FERNANDO VII A BAYONA EN EL MES DE ABRIL DE 1808

Este eclesiástico, Juan de Escoiquiz y Mezeta (Ocaña, 1747-Ronda, 1820), fue preceptor de Fernando VII, a quien instigó contra Godoy e inculcó admiración por Napoleón. Fue el eje de la conspiración de El Escorial (1807). Intervino en las negociaciones de Bayona (1808) y en las que precedieron a la liberación de Fernando VII (1814). Fue miembro del Consejo de Estado e integrante de la camarilla que dirigió el país durante el segundo reinado de Fernando VII, que lo desterró, finalmente, por sus intrigas.
Incansable en su función cerca del príncipe Fernando, con ocasión de la conspiración de El Escorial, el 27 de octubre de 1807, Escoiquiz fue detenido inicialmente junto a otros conspiradores, denunciados por el mismo príncipe Fernando de Borbón, con lo que aquel incipiente felón intentaba que su padre le perdonase. Sus cómplices fueron procesados, siendo enviado Escoiquiz en tal calidad al convento sevillano del Tardón, saliendo libre al poco tiempo, pues dada la personalidad e influencia de los encausados, el Consejo de Castilla les declaró inocentes, lo que le permitió volver a las andadas, esta vez aunque con muy poco tiempo, influyendo lo suficiente para producir el levantamiento del 17 de marzo de 1808 en Aranjuez, que daría lugar a los hechos que marcarían aquel tiempo.
Tras la abdicación de Carlos IV, el 19 de marzo de 1808, el nuevo rey Fernando VII le ofreció el cargo de Inquisidor general, o el de ministro de Gracia y Justicia, los cuales ambos rechazó dado su “desinterés por lo mundano”, aceptando “solamente” el nombramiento de Consejero de Estado y la Gran Cruz de Carlos III.
Ocupada España por los franceses y después de la desgraciada jornada del 2 de mayo, Escoiquiz admirador “desinteresado” de todo lo napoleónico, inclinaría a Fernando VII para que tomase la decisión de ir a Bayona, que fue este viaje con toda seguridad obra subliminal del canónigo Escoiquiz, acabando confinados todos en Valençay.

Para tratar de justificar lo realizado en aquellos días, no halló mejor cosa que la publicación de una Representación escrita por D. Juan Escoiquiz, Maestro del Señor D. Fernando VII siendo príncipe de Asturias, principal fundamento de la causa de Escorial, en la que trata de acercar al lector a “la verdad” de Fernando VII y de él mismo, que fue publicada en Cádiz, en 1809 por Ximénez Carreño.
Con la marcha a Bayona, ante lo peligroso que podía ser que Escoiquiz estuviese próximo a Fernando VII, Napoleón aceptó enviarlo a París, aunque tampoco aquel fue un recurso adecuado, debido a que enseguida comenzó a buscar coaliciones que permitiesen derrotar al Emperador, y siendo descubierto en sus propósitos, fue confinado en la localidad de Bourges, donde aprovecha el tiempo en aquella localidad, logrando ver publicada en 1812 por el editor local Gilles, su traducción en tres volúmenes de la obra El paraíso perdido, de John Milton. En 1813 Napoleón le autoriza a abandonar su destierro y le reclama en Valençay, con objeto de que participe en las negociaciones del retorno de Fernando VII.
A raíz del retorno de la familia Real española del exilio, Escoiquiz también llega con ellos a España, y aprovecha bien el tiempo pues da a la luz en 1814 la obra que por sus aportaciones y justificaciones más se valora de las que produjo: Idea sencilla de las razones que motivaron el viage del Rey D. Fernando VII a Bayona en el mes de abril de 1808 / dada al público de España y de Europa por el Excmo. Sr. D. Juan Escoiquiz para su justificación; acompañada de una noticia breve de los asuntos y negociaciones de Valençay, hasta la vuelta de S.M. a España.