El viernes 10 de agosto de 1889 apareció en las primeras páginas de muchos periódicos madrileños información sobre «El crimen de la calle de Fuencarral». Galdós escribió varios artículos sobre él para la prensa, y posiblemente la incertidumbre sobre la realidad de los hechos le inspiró la idea para escribir estas dos novelas. La primera es una novela epistolar, mientras que la segunda está escrita en forma de drama y la subtitula, «Novela en cinco jornadas». La idea de escribir dos novelas en las que utiliza, esencialmente, el mismo argumento, es insólita en la literatura de su época y hasta en la nuestra. Galdós trata de presentarnos los mismos hechos, primero, como los observa y expresa un individuo por medio de cartas a un amigo; y segundo, dejando que los «actores» de la trama hablen y actúen por sí mismos sin un intermediario. La idea es que en la primera novela tendríamos la apariencia y en la segunda, la realidad, esa antigua contraposición que ha informado al género novela desde sus comienzos. Pero la realidad es más compleja y no siempre se deja captar de un modo absoluto. El resultado de este atrevido experimento son estas dos novelas que hemos considerado presentar juntas en un solo tomo.