La historia del Museo del Prado del año 1899, aún ese ambiente depresivo ocasionado por el desastre del 98, tuvo su más relevante actuación cultural con la celebración del tercer centenario del nacimiento de Velázquez: un solemne acto el 6 de junio de 1899, presidido por la reina regente María Cristina, sirvió para la instalación en la gran sala ovalada de la planta superior del Museo -la anteriormente llamada «de la Reina Isabel» y desde entonces y hasta la actualidad «de Velázquez»- de los cuadros del sevillano tras su depuración y expurgo por Aureliano de Beruete y Moret, que el año anterior había escrito una biografía capital sobre el genial barroco.
El propio Beruete leyó un discurso exponiendo los criterios utilizados por la comisión designada al efecto, y fruto de todo ello es el Catálogo ilustrado de la sala de Velázquez en el Museo del Prado de Madrid (1899), que al incorporar las fotografías de las obras convierte a esta publicación en el primer catálogo parcial del Museo ilustrado con este tipo de técnica.
Fuente: Museo Nacional del Prado: Enciclopedia online
Al celebrar el tercer centenario del nacimiento del pintor español D. Diego de Silva Velázquez, queriendo reunir las obras que de él atesora el Museo del Prado en una sala que tuviera las
mejores condiciones, tanto para ser admiradas como para su conservación, el Gobierno de S. M. nombró por Real orden de 13 de Marzo de 1899 una Junta, compuesta de los excelentísimos señores D. Luis Álvarez, D. Juan Facundo Riaflo y D. José Fernández y Jiménez y los señores D. Aureliano de Beruete y D. Luis Menéndez Pidal, á fin de que estudiase y llevara á cabo la referida idea.
La sala escogida para tal objeto fué la llamada de la Reina Isabel de Braganza, sala de honor donde hasta esta fecha estaban colocadas las obras maestras de las distintas escuelas; pero como quiera que adolecía de graves defectos pensóse en corregirlos disponiendo su ventilación por la techumbre para regularizar las temperaturas en las distintas estaciones del año, la colocación de un toldo que amortiguara su excesiva luz cenital y la coloración nueva de los muros en el tono más en armonía con las obras que sobre ellos iban á colgarse.
Preparada de este modo la sala se dispusieron en ella los cuadros, guardando un riguroso orden cronológico, hasta donde lo permiten los datos que de las fechas de su ejecución llegaron hasta nosotros, y procediendo de derecha á izquierda, desde el lienzo de la Adoración de los Reyes hasta el de Los santos ermitaños.
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