Victor Duruy - HISTORIA ROMANA HASTA LA INVASIÓN DE LOS BÁRBAROS

Cuando, desde la Grecia, tan llena de vida, de luz y de belleza se pasa al mundo romano, frío, silencioso y severo, al pronto se estrecha el horizonte, el cielo aparece mas sombrío, se apaga la imaginación y se detiene el pensamiento.
Consiste esto en que Grecia conservó durante mucho tiempo los arrebatos, la pasión y el entusiasmo de la juventud, mientras que Roma, desde sus primeros años, tuvo la madurez seria, pero fuerte de la edad de la reflexión y de la abnegación calculada. A orillas del Tiber, en vez del arte se encuentra la politica, en vez del pensamiento, la acción, en vez de individualidades brillantes, una disciplina austera; pero también a la anarquía y a la debilidad social, suceden el orden y la grandeza pública. Durante mucho tiempo, la gloria no tuvo nombre en Roma, y allí podía decir: Me llamo legión.
Así pues, si el artista y el filósofo se alejan, el jurisconsulto, el hombre de Estado y el historiador se quedan viendo crecer esa gran cosa que comienza al pie del monte Palatino, en la cuna de un niño, y que se convierte en un universo, orbis romanus.
Y esa fortuna llega sin sacudimientos, sin golpes repentinos e imprevistos. Merced a una acertada mezcla de prudencia y de audacia, de ambición activa y de constancia incansable, todo se desarrolla con la regularidad de una deducción lógica, o con el necesario encadenamiento de las leyes naturales; no parece sino que es la vegetación lenta, pero poderosa, del árbol que ha de extender su sombra sobre la tierra.

Del prólogo a la obra

ENLACES
TOMO I:           MIRROR 1                              MIRROR 2
TOMOII:           MIRROR 1                              MIRROR 2