Leopoldo Alas (Clarín) - GALDÓS

Semblanza de Benito Pérez Galdós escrita en 1889 a cargo de su amigo y también célebre autor Leopoldo Alas (Clarín). Al amable retrato que, desde la admiración, Clarín ofrece, se añaden las críticas literarias de las más importantes obras que el escritor canario había publicado hasta la fecha.

Conocí a Galdós en el Ateneo, en el Ateneo nuestro, el antiguo, el bueno, el de Moreno Nieto y Revilla; en el salón de retratos. Vi ante mí un hombre alto, moreno, de fisonomía nada vulgar. Si por la tranquilidad, cabal y seria honradez que expresa su fisonomía poco dibujada puede creerse que se tiene enfrente a un benemérito comandante de la Guardia civil, con su bigote ordenancista; en los ojos y en la frente se lee algo que no suele distinguir a la mayor parte de los individuos de las armas generales ni de las especiales. La frente de Galdós habla de genio y de pasiones, por lo menos imaginadas, tal vez contenidas; los ojos, algo plegados los parpados, son penetrantes y tienen una singular expresión de ternura apasionada y reposada que se mezcla con un acento de malicia... la cual mirando mejor se ve que es inocente, malicia de artista. No viste mal... ni bien. Viste, como deben hacerlo todas las personas formales; para ocultar el desnudo, que ya no es arte de la época. No habla mucho, y se ve luego que prefiere oír, pero guiando a su modo, por preguntas, la conversación.

Cuando Galdós escribe mejor es cuando no piensa siquiera en que está escribiendo, y cuando tampoco el lector se fija en aquel intermediario indispensable entre la idea del autor y el propio pensamiento. Y Galdós escribe casi siempre así, y se puede decir que escribe... como viste, sin asomos de pretensiones, y porque no hay más remedio que escribir para explicarse.