En Las Nubes, Estrepsíades, un campesino casado con una mujer de buena familia, está muy preocupado por las deudas que ha contraído a causa de la afición de su hijo, Fidípides, a las carreras de caballos. Estrepsíades sabe que Sócrates, vecino suyo, es capaz de argumentar cualquier cosa, y así Estrepsíades trata de aprender la técnica de Sócrates. Pero es incapaz, así que decide mandar a su hijo a la nueva escuela y cuando Fidípides sale de ella ha aprendido a ser capaz de rebatir y demostrar cualquier cosa, hasta lo más injustificable. Llega a apalear a su padre, encontrando después argumentos para justificar el hecho. Así que Estrepsíades comprende que la razón está de parte de la vieja educación, y enfurecido, quema la casa de Sócrates, a quien maldice. El coro está formado por mujeres vestidas de nubes.
El tema de la educación era bastante discutido en toda Grecia, pero Aristófanes, con su deformación grotesca de la realidad, "hará de las suyas". Esta vez le toca a Sócrates a quien Aristófanes deforma hasta el punto de convertirlo en un sofista, a él y a toda su escuela (¡precisamente a Sócrates, que tanto combatió el sofismo!). La comedia tiene aspectos increíbles en lo que se refiere a la disputa de argumentos, una auténtica parodia de los argumentos y método de Sócrates, sólo que Aristófanes se empeña —consecuente con su conversión de Sócrates en un sofista— en que siempre gane el argumento injusto. Finalmente, Aristófanes hace vencer el viejo sistema de educación y la fe en los dioses (en la comedia presenta a Sócrates como un ateo). Es muy curiosa esta actitud de Aristófanes para con Sócrates, sobre todo teniendo en cuenta que años más tarde Platón nos presentará al comediógrafo conversando amigablemente con Sócrates en su "Banquete".
Extraído de THEATRON