Los Caballeros fue representada en las Leneas del año 424 a.C. La obra es un burla entera contra el demagogo Cleón, que aquí representado por Aristófanes como un esclavo que trabaja en casa del dios Demo (doble sentido entre el pueblo y el nombre del dios), y que ha obtenido grandes beneficios a cargo de éste.
Demos tiene dos servidores a los cuales tiraniza y maltrata Plaflagonio (Cleón), otro de sus esclavos, el cual, con artimañas y engaños, ha conseguido dominar la voluntad de su señor. Los dos maltratados esclavos convencen a un salchichero, aún peor que Plaflagonio, para que luche contra él por el favor y voluntad del señor, Demos. En la lucha dialéctica por dominar al señor, el salchichero demuestra con su incultura y su inmoralidad, que es el adecuado mientras un grupo de jóvenes aristócratas y caballeros le aplauden.
Esta comedia es de una dura crítica política y social. En primer lugar, Aristófanes pone en escena al pueblo: Demos significa pueblo, así que el señor dominado es el símbolo del pueblo mismo. Por otra parte, los dos esclavos de Demos salen a escena con las máscaras de los generales Demóstenes y Nicias, pero hay más, Plaflagonio es Cleón, el tirano de la democracia griega. Las alusiones son claras, y Aristófanes se esfuerza en demostrar los negocios sucios, la inmoralidad y la falsedad de quienes dominan a Demos. Aristófanes encuentra el bien del pueblo en un salchichero que le libra de Plaflagonio y que devuelve esplendor y juventud a Demos. El coro de los caballeros, que da pie al título de la comedia, son jóvenes hijos de la aristocracia que guardan en sí los ideales de unos tiempos mejores anteriores a Plaflagonio, de unos tiempos de democracia verdadera. Este coro representa las ideas de Aristófanes, su propia ideología.